Yo lo llamaría más que un proyecto, un sueño, un gran sueño. Desde el año 2007 cuando empecé a viajar en bicicleta, es el tal vez, momento donde empezó a forjarse esta fantasía: la de recorrer Colombia entera en bicicleta. Es cierto que he llegado a sitios muy alejados de este país sobre ruedas, pero cuando el viaje terminaba siempre tuve la sensación de querer seguir conociendo y aprendiendo más.
Después muchos años y un par de intentos fallidos de ejecutar esta idea, pensé muchas veces en abandonarla y dedicarme a vivir el curso que la vida me trazaba. Pero no podía lograrlo, el sueño de vivir esto me trasnochaba día a día. De esta manera empecé por organizar una ruta coherente a la estructura vial del país, que me permitiera recorrer la mayoría de regiones y lugares que aportan riqueza cultural, natural e histórica. Un tarea que me tomó algo más de cuatro meses, y aunque parezca mentira, se me borró por completo al poco tiempo de finalizar.
Cuando hice la digestión de este frustrante accidente tecnológico, enfoque todos mis esfuerzos para optimizar la ruta y enriquecer la experiencia que quería vivir sobre la bicicleta. Bien dicen que las cosas pasan por algo. Organizando nuevamente la ruta, hubo cambios significativos, por ejemplo, el lugar de partida ya no era Bogotá, de tener una ruta trazada de 7,000 kilómetros pase a tener una de 12,500, además incluí regiones que había descartado en el primer trazado, quedandome solo por fuera Amazonía y Vaupés, Guainía, la razón es simple, no hay carreteras en su territorio.
Disponerse a hacer un viaje de esta naturaleza, no es fácil, las experiencias de otros viajes simplemente sirven como referentes y tal vez para otorgar un poco de valor a la decisión de dejarlo todo. Pero las transformaciones a nivel personal y profesional son etapas o procesos de cambio, donde lo que más cuesta es salir de la zona de confort. A pesar de todo lo que complica las decisiones, como dice Gabo hay que Vivir para contarla
Durante un poco más de 6 meses vamos a contar una historia de un viaje en una bicicleta de los años 30 viajando por Colombia, resaltando los paisajes, los pueblos, los personajes, la cultura, la gastronomía y todo lo que nos identifica como Colombianos. Este quizá será mi aporte para que chicos y grandes tengan un concepto más esperanzador de pedacito de tierra que llamamos Colombia.